domingo

EL MISTERIO DE TU MUERTE

Oí que habías muerto y estabas
en alguno de esos bloques de oficinas
paseando al perro en los suburbios
en un ultramarinos que emergía
a altas horas de la noche tan sólo
en ciertos callejones de tu barrio
simplemente un poco más allá
de mi radio de acción centrípeto
egocéntrico

y no te preguntaré si acaso viste
una luz blanca al final del túnel,
yo ya estaba vestida de negro.


.

2 tiros de piedra:

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A mí también me gusta, y mucho.
También me dejo anotado en el debe aquella de Turk Fruits.
Perdone usted mi desbandada particular. Me rondan unas letras que juntar y enviarle con brevedad, querida.

Un abrazo,

R.

castígame con tu indiferencia.