miércoles

CRIÓNICA

Es por poco que no puedo entrar el en frigorífico,
y cerrar la puerta para ver bajo una luz azulada
dos docenas de huevos y salsas caducadas sin abrir,
escuchando a mi familia discutir, comer a mediodía,
con la piel enrojecida de ternera y un alivio de agosto
que muestra su fea cara de dictador témpano de hielo
aguijonea el alma de las noches en que es demasiado tarde
y desarrapada en la calle muerta y todavía lejos de casa
o de la cama del amor o del calor de algunos cuerpos
puedo gritar con horror oh dios un tomate que habla
con el crecimiento cristalino hipertrófico en las sienes
dentelleando a través del cerebro su guadaña helada,
copulando con el dolor mientras la sangre se dilata
y abre fallas en mis pliegues en mi lágrimal marmolino
en mis uñas tumefactas en el cabello de estrellas azules
y en los huesos que vibran su metáfisis como diapasones
electro-compulsivamente muriendo en mi cámara blanca
y después de algunos años despertar albina y desnuda y
anfetamínica famélica fluor e indiferente pasear los parques
las mismas calles sus casas con los mismos corazones dentro
reirme con los dientes blancos y decir no lo hagáis en casa.

martes

NOSOTRAS y yo


No soy la alta rubia cimbreante mujer que me cruzo,
desde luego que me estrello contra su perfil egipcio.

No soy las que se untan y se adornan y fuman Nobel,
yo salí de casa a la librería a ras de suelo.

No soy las que se pasean con vestidos floreados
mi piel hoy es marchita mi gesto mi turbulencia.

No me cultivé en el extranjero no tomé vacaciones
como las mujeres contentadizas de las tertulias.

No me promete el futuro ni siquiera me excita
sí a mis mujeres conocidas en los museos de cera.

No fui de compras al centro ni tampoco iré mañana
con las mujeres arracimadas del color del vino.

No me negué a ningún hombre no tuve la compostura
la reserva el recato de las mujeres de mi familia

No habrá ni una caricia que sobrevuele mi cama
la noche que tu mano explora a la mujer sustituta.


Aquí que alzan el vuelo, la vida y su copa y la beben
y yo quisiera ser amada por todas ellas, por todos sus hombres.

Y ya amanecen las mujeres en otros lugares de suerte
que yo la rapaz la lunática la conmovida es la que escribe.


lunes

0,0



¿qué pasa cuándo todo lo que temías 
que saliera mal ha ocurrido ya?


viernes

NOCTILUCA geografía

(Líneas de flujo para un cuaderno ilustrado, un espacio imaginario)
Digámoslo así

1/
los seres humanos no son bioluminiscentes
como si acaso

no tuvieran que sobrevivir a sus profundidades.

2/
La habilidad radica en delinear un tendido eléctrico.

Una ciudad nocturna percibida desde arriba.

El acontecer de los mapas celestes. O bien,

traza mi cortorno bajo la sombra de un árbol
salpicada de cercos de luz más difusos
más definidos mientras

avanza la tarde con su giro de caderas.

3/
Los seres humanos no son bioluminiscentes.

Tuvieron que cartografíar los caminos con
sus dedos prensiles de hommo habilis.

4/
Una noctiluca metonímica
ladrona de cuerpos,
baliza de usos plurales.

Hilvanamos con hilo de oro
itinerarios alucinados.

Una teoría es una caja de luz
sobre la que disponer nuestros mapas
y remarcar los puntos coincidentes.

5/
Un ejército de noctilucas es un tendido eléctrico, pero atento
nada seca tanto la inteligencia como la repugnancia a concebir ideas oscuras*

Pues los monstruos no transitan avenidas,
Lucifer exige su reino de sombra:


el entrelineado de los versos.

Y/
Cuando el poeta y el filófoso se dan la mano
queda un hueco entre ellas
tendido al misterio, queda un hueco de belleza
entre ellas
se desvela un juego de claroscuro.

*Cioran

martes

EL PASAJERO

No pasa nada.
Acoge en la pupila el blanco de los patios,
lo ciñe como la vagina que pare las formas
aún desvaídas, preñadas de luz
pero no pasa nada.

Sólo que al bordear el camino
recibe el picotazo de los setos,
sus afiladas costuras vegetales.
El filamento rizado de los jardines
tropieza con la espina en su costado.
El paisaje rebosa una nitidez pasiva.
No pasa nadie,

y aún sentado se esconde en un rincón
de la escalera empedrada, vigilante
de la evolución del insecto y de la tarde
que manda una sombra ultramar resbaladiza
a comprobar la cal de las paredes,
el caso omiso de las barracas
enfrentadas al mar con sus balcones.

La tarde se deshizo, revisó sus nudos
sobre una linea de consciencia discontinua,
sobre el paraje vivo y el pasado muerto
el cuerpo del pasajero encierra el limbo.
Ni dentro ni fuera de la piel, no pasa nada.





-"At the heart of it all", COIL-
hilo musical enhebrado por cortesía del sr. Planetario.

UN MOTOR DE DOS TIEMPOS explora vías de escape



De repente pierde todo sentido seguir hablando con uno mismo, qué decir de tenerse una charla interesante. Gestas un narrador creativo, abrillantas la plata cada día. Luego sólo refleja más y más tu cansancio. Una idea divertida -la atesoras y te ríes bajo o la inviertes. Luego más, hasta forzar la maquinaria para reírte sola, para sacar a relucir una imagen que hable en la plata.
Brillante: conforme a alguna especulación sin memoria de su original. También ahora. Cualquier espejo carga con sus distorsiones, y ahí estás, hablando sola.

Buscar justificación, o mejor no pensar, no es autocomplacencia.
O cerrar los ojos fuerte y ver formas iridisadas.


Todo este lloriqueo oblicuo y espía. Echa de comer signos de interrogación a tus gallinas cluecas. Visualiza la tripa rota como una manguera que patalea furiosa. Lo llamas así, por llamarlo de algún modo. Lo llamas así por no dar un espectáculo. Escoges trozos de cuadros cubistas por recomponer la noche pero sabes que la noche es mejor en brazos de alguien, y por alguna razón nadie dice nada. También ahora: sigues hablando sola. Ahora cleptómana de imágenes y zalamera, pordioseando la entraña que asegure es natural sentirse sola en medio de la noche.

Buscar bolas de cristal como modos amables de refugio:
cápsulas del tiempo, drogas de diseño. Aquí
reventar las letras del nombre propio, granos en el culo.



¿Qué? No te atreves a gritar por no despertar a los vecinos. Por no agitar la piedra de la locura en tu cabeza -no se note su infantilismo, su tañido de sonajero. Por no dar un espectáculo es preferible el montón de baratija tipografía. Preferirías estar comiéndole la polla a alguien. Pero has espoleado una y otra vez los caballos blancos de todas las conversaciones y las sábanas azules.

Buscar castillos en el aire viciado del aliento. Subrayar los versos

vahídos en los cristales. Los cristales
de las bolas de cristal, de las burbujas de gas de la tripa
que ondea, los sólidos cristales del salegar
que ofrecer -estuve llorando y me acordé de ti-.
Algo parece superar la línea de flotación.



Te vas amurallando de metáforas, qué expresión tan elegante de cobardía. Bienvenida al pozo de los deseos, y cuidado con el perro. Si ya no te soportas gime como una puta o llora, di al fin que estás sola. Que echas de menos como era antes. Que has caído por tu propio peso, en tu misma trampa. También ahora, y todavía no es suficiente: ¿el resto de la noche sin criptografía? Planteas eliminarme y no parecer desquiciada. Nadie sabrá qué te guardas bajo llave: un gesto confesional tiene que ser lamentable, este exceso: exceder las formas buenas: claramente exagerar: excretar. Nadie sabe comportarse cuando ve llorar a otro. Cuando lo ve cagarse en todo casi nunca hay una respuesta apropiada.

Buscar gas, aliento, aire.
Sal, castillos, arena.
Humores, llanto, mar.
Aviones, jeeps, barcos de vela.


viernes

SIOUX

El mundo gira, dime eso la próxima vez que nos veamos. Mi padre me señalaba las velas y decía ¿ves? ya has dado 10, 12, 20 vueltas al sol: es sólo una cuestión de tiempo. La respuesta universal, y ciertamente lo es.
Pero luego ya pasaremos a profundizar en otros aspectos, fingiremos que nos interesan hasta que lo consigamos. Esta ciudad es un asco, qué falta de respeto, vi a tu hermana el otro día. Por concretar, ¿qué tal el curro? Me contarás. Te daré mis palmaditas de moral en el hombro. Esto es lo que yo pienso, pero tú ya lo sabes, tú ya sabes que estamos diciendo nada. Aún así. Iremos sacando papelitos de la bolsa de topics, el juego va así: tú me haces de pitonisa primero y luego yo a ti. Salud. Dinero. Amor. Y también Sexo. Y también Literatura. Y también Drogas. No es hastío vital, es que no me abrazan en el cine.

Olvida todo esto. Ahora busca una imagen bonita y préndetela del ojal. Ahora:

Un pez naranja entre la marea de gente sudando.
Un señor con un diapasón timbrando el gemido de tu sexo.
Una muestra gratuita de afecto y no de perfume.
Una almohada con la forma de tu cuerpo por la noche.
Una fotografía haciéndose ventana de repente.
Un mariachi en tu balcón cantando Clavelitos.
Un testigo de Jehová te pide tu número de teléfono.
Un momento de certidumbre cristalino entre los ojos.

 Y ya no te vuelves a encerrar a escribir poemas. Ni siquiera te sientes mal cuando desconectas y parece que no serás capaz de nuevo. Y ya la necesidad de orden nunca estará por encima de los aullidos de los perros. Porque vas a explotar ahora entre todos nosotros. Subes a bailar sobre los capos de los coches, quiebras sus lunas hasta el estado menguante. Abres mucho la boca a los tubos de escape, haces formas con el humo. Vas al supermercado con las bragas en la cabeza y dices "quédese el cambio". No tienes excusa. Quién te ha visto y quién te ve, 
becado,
oficinista,
funcionario,
camarero,
músico de cámara,
astrofísico,
brillante universitario

¿dónde has estado toda tu vida,
mientras el mundo giraba?