martes
VENUS
ni en verso, umbilical
(...)
II
Luego las varices de las que fueran diosas
iban atándolas a condiciones terrenas:
esas raíces trenzaban sus piernas
esas raíces trenzaban sus piernas
las hundían poco a poco en el asfalto.
Inclinadas al ocaso, sin crueldad siquiera
como una vela que se derrite
una luz que se extingue, sus cuerpos marchitos.
Las mujeres hermosas
cruzando el paso de las estaciones.
Inclinadas al ocaso, sin crueldad siquiera
como una vela que se derrite
una luz que se extingue, sus cuerpos marchitos.
Las mujeres hermosas
cruzando el paso de las estaciones.
Se las tragaba la tierra.
La niebla había emborronado sus rostros, entretanto
yo avanzaba al corazón del bosque.
La niebla había emborronado sus rostros, entretanto
yo avanzaba al corazón del bosque.
1 tiro de piedra:
ilustración de jennifer poon, http://jpoonstudios.com/
muy recomendable: ¡gracias akeno!
castígame con tu indiferencia.