viernes
AHORA QUE VAMOS DESPACIO
umbilical
Al corredor de fondo y otras bestias pardas.
Ahora yo necesito dos personajes, y vosotros sólo necesitáis saber ellos que andan por un viejo camino mientras conversan. De hecho digamos que llevan ya un rato largo en medio de un agitado debate. El primero sostiene que deberían haber cogido el tren, argumenta con toda sensatez la seguridad de sus itinerarios establecidos, la comodidad de viajar sentado contemplando la hermosa vista, disfrutando del confort, las prestaciones y del chachachá de la maquinaria. El otro, en cambio, alude efusivamente a la emoción de tomar camino solitario campo a través, experimentando el territorio, viviendo el riesgo y la libertad de los caminos por trazarse. Y así continúan mucho más tiempo, sopesando cada mínimo aspecto en contra o a favor de lo uno o de lo otro, desarrollando un intrincado estudio de las causas y las consecuencias de cada medio, de la pura necesidad del viejo camino. Ya ni sabemos cuanto tiempo llevamos asistiendo a la sesuda discusión de ambos pero siempre vuelven al punto de que, habiendo perdido todo el norte de la conversación, exasperados, vuelvan a afianzarse en sus posturas. Mientras tanto, ven como algún otro que hace un trecho del camino cerca de ellos, acaba convencido de alguna de sus razones para, bien dirigirse a la estación más próxima, bien internarse en la maleza oscura. "¡Así no vamos a ninguna parte!"- dice uno de los dos, desesperado. Su compañero lo mira un momento de ternura. "Y, sin embargo, lo único claro es que seguimos andando".
2 tiros de piedra:
Este texto desperto el recuerdo de un cuento guardado en el lado freak de mi mente (el cual creía ya dormido ( o desparasitado))
Ipsen y Colin eran dos amigos que trabajaban en Treno.
Un día Ipsen recibió una carta. Estaba empapada de lluvia y casi no se podía leer. Las únicas palabras que pudo distinguir fueron "vuelve a casa". Sin saber muy bien por qué, Ipsen pidió vacaciones, se preparó y emprendió su viaje. Cruzó mares y montañas. Bajo la "niebla" fue atacado por monstruos... Pero iba con Colin y entre ambos lo superaron todo. Algún tiempo después Ipsen cayó en la cuenta y le preguntó a Colin: "Y tú, ¿por qué viniste?". A lo que Colin le respondió: "Porque tú dijiste que te ibas".
sí, parece que es lo único claro
castígame con tu indiferencia.